En pocos días la gente se dio cuenta de que era un excelente vendedor ya que usaba una técnica muy singular que lograba captar la atención de niños y grandes. En un momento soltó un globo rojo y toda la gente, especialmente los potenciales, pequeños clientes, miraron como el globo remontaba vuelo hacia el cielo.
Luego soltó un globo azul, después uno verde, después uno amarillo, uno blanco…
Todos ellos remontaron vuelo al igual que el globo rojo…
El niño negro, sin embargo, miraba fijamente sin desviar su atención, un globo negro que aún sostenía el vendedor en su mano.
Finalmente decidió acercarse y le preguntó al vendedor: Señor, si soltara usted el globo negro. ¿Subiría tan alto como los demás?
El vendedor sonrió comprensivamente al niño, soltó el cordel con que tenía sujeto el globo negro y, mientras éste se elevaba hacia lo alto, dijo: No es el color lo que hace subir, hijo. Es lo que hay adentro.
Para terminar un video, que me encantado igualmente:
Muy hermoso..
ResponderEliminarme dejo sin palabras..
:)
Me encantó la historia y me encantó el video. Me encntó, me encantó, me encantó. :))
ResponderEliminarBesos
Que bello cuento, me emociono, que gusto leer cosas asi de vez en cuando...
ResponderEliminarGracias.
Un abrazo
Bella metáfora para mostrar que lo realmente importante es lo que llevamos dentro. Maravilloso post. Saludos desde Petardylandia.
ResponderEliminarConmoverdor.Esto da para mucho que hablar y conversar.
ResponderEliminarA bear hug.
Muy lindo!
ResponderEliminarno quiero aguar la fiesta, pero...
en realidad los globos que se sueltan son arrastrados por las corrientes de aire hacia los mares, donde, una vez perdido el efecto del helio, caen, son bañados por el agua salada, se decoloran y en un tiempo parecen malaguas o cosas parecidas que son ingeridas por confusion por tortugas, delfines y otros animales, los que, lamentablemente mueren asfixiados...
Asi que, dejemos esta preciosa historia en letras y no nos dediquemos a soltar globos al viento!
Un abrazo!
Precioso.
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